El laberinto que se reforma constantemente es una pesadilla recurrente en algunos juegos y franquicias frikis. De alguna forma, parte de la base de las tramas de Cube y Dentro del Laberinto, aumenta la variedad de contenido que puede tener una mazmorra, en un juego de tablero, y pone en un serio aprieto a los personajes, en una partida de rol. ¿Que pasaría si lleváramos este concepto a Munchkin Quest?
Lo que propongo, es que las habitaciones no permanezcan para siempre en el tablero, una vez puestas. Usando algún criterio, los tiles pueden desaparecer. Y volver a explorar una habitación en el sitio donde estaba la anterior. Personalmente determinaría que al final del turno de cada jugador, todas las habitaciones que no tengan un personaje, ni estén adyacentes a otra habitación que sí lo tenga, se quiten del tablero. Respetando las uniones a las habitaciones que si permanecerán en el mismo.
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